Este proceso, que suele intensificarse en mayor medida en estaciones como el otoño, da lugar al efluvio estacional, que se caracteriza por una caída del pelo brusca y difusa causada por una alteración del ciclo vital del cabello, en la que muchos de los pelos que se encuentran en fase de crecimiento, pasan simultáneamente a encontrarse en fase telógena o de caída. “El efluvio telógeno se trata de un incremento repentino del porcentaje de cabello en fase de caída o telógena en la que se produce una pérdida de pelo llamativa superior a la media de más de 100 pelos al día.

En el caso de las mujeres, el efluvio telógeno suele deberse a alteraciones hormonales vinculadas a la cantidad de estrógenos, lo que le hace intensificarse, por tanto, en etapas como el postparto hasta en el 45% de los casos; sumado a otros factores como problemas de tiroides, anemia, alteraciones endocrinas, medicamentos prescritos a largo plazo, dietas desequilibradas o sufrir altos niveles de estrés o ansiedad. Por su parte, los hombres suelen sufrir este problema en menor proporción, aunque su aparición suele estar también condicionada por situaciones de estrés continuado, así como por falta de hierro o por la ingesta de ciertos medicamentos.