La exfoliación es el proceso de eliminar las células muertas de la superficie de la piel. A medida que las células cutáneas se regeneran, las viejas quedan en la superficie, lo que puede provocar una apariencia opaca y sin vida. Además, estas células muertas pueden obstruir los poros, causando brotes y otras imperfecciones.

» Exfoliar la piel ayuda a:

  • Mejorar la textura y tono: al eliminar las células muertas, la piel se ve y se siente más suave y uniforme.
  • Estimular la renovación celular: la exfoliación promueve la producción de nuevas células, manteniendo la piel fresca y juvenil.
  • Regular el sebo: la eliminación de células muertas y la limpieza de los poros reducen la posibilidad de acné y puntos negros.
  • Mejorar la absorción de productos: una piel libre de impurezas permite que los productos hidratantes y nutritivos penetren mejor, mejorando su efectividad.
  • Potenciar el bronceado: una piel bien exfoliada adquiere un bronceado más uniforme y duradero.